Mientras la moda nos envuelve en una vorágine de tendencias, algunas que ya no sabemos si son una mala broma o no, estamos en el medio cuestionándonos sobre nuestra imagen personal.
De las consultas que más recibo, son las de muchas mujeres que tienen ganas de un cambio, pero que al mismo tiempo no saben de qué. De ropa, de colores, de silueta, de armario, de estilo, y así la lista continúa. La única palabra clave de lo que me cuentan es ese anhelado «cambio» que al mismo tiempo tiene que ver con una constante incertidumbre por no saber si están bien con lo que ven de sí mismas, o si se han perdido de alguna novedad en materia de moda, de la cual deberían estar al tanto según lo que les han dicho.
Pero vamos, hay señales claves que todas podemos percibir o darnos cuenta para estar más seguras de si lo que necesitamos es un poco más de atención a lo que vestimos, o si en verdad es un momento para plantearse un cambio a fondo. La cuestión es generar ese punto de encuentro donde a través de tu esencia, sientas que conectas más con lo que te hace sentir y ver bien.
Cambio de Imagen: Señales de que es hora de asesorarte
- Llevas algunos meses utilizando los mismos tres o cuatro outfits porque no tienes ganas de probar nada que te saque de tu zona de confort. Literalmente, no echas un vistazo a nada adicional en tu armario, fuera de estos outfits que siempre llevas.
- Evitas mirarte al espejo, prefieres incluso ocultarlos en tu casa o te genera malestar saber que tienes espejos alrededor. Esto sucede porque hay algo en ti que no te hace sentir cómoda y prefieres obviarlo antes que enfrentarlo.
- Has estado comprando últimamente de forma compulsiva. Carteras, zapatos, accesorios, ropa que ni siquiera utilizas pero que «te gusta» ver en tu armario, porque de alguna manera te da la sensación de estar a la moda, aunque sepas que no te podrías nada de eso.
- Sientes que no tienes opciones para vestir, pero no la clásica expresión de «no tengo qué ponerme» (que a todas nos puede pasar), sino que en verdad tu armario se ha convertido en una bodega de prendas anticuadas, fuera de talle, regaladas, heredadas pero nada de eso habla de ti. Tanto que al final consideras una pérdida de tiempo prestar atención a lo que llevas puesto.
- Vienes transitando una temporada de cambios fuertes en tus rutinas, en tu vida. Por ejemplo: cambio de trabajo, de ciudad, de país, de estatus civil, de dieta alimenticia, de pensamiento sobre tu imagen. Todo este periodo suele venir acompañado de un cuestionamiento sobre cómo nos vemos y cómo nos perciben los demás. Por lo tanto, un asesoramiento de imagen podría ayudarte a poner orden en todo ese momento.
Existen aún más señales o eventos que nos llevan a plantearnos sobe un cambio de imagen, sin embargo estos 5 antes mencionados suelen englobar las inquietudes con las que más clientas se han acercado. Una vez más, es distinto considerar un servicio de asesoramiento de imagen al momento de estar dispuesta a trabajar por ello, versus simplemente actualizar el armario con tendencias, lo cual es muy válido, pero más simple.
Es por eso que me gusta ser muy franca con quienes llegan a consultarme sobre opciones de servicios, porque de alguna u otra forma quiero dar a conocer que un trabajo de asesoramiento se realiza en equipo y de forma dinámica, de tal manera que los cambios que se vayan generando sean a largo plazo y sobre todo positivos para la rutina de cada clienta.
¿Tienes dudas aún? He pensado en ello también y por eso si quieres consultar por uno de mis servicios personalizados, puedes empezar por llenar el formulario de contacto AQUÍ y así resolver de una vez por todas tus inquietudes.
