Hace cinco años inicié la aventura de trabajar el área de marca personal, empezando por la mía y luego acompañando a decenas (aunque la cuenta me hace llegar a más de 200) a crear las suyas, lo cual les da el primer pilar antes de lanzarse con sus emprendimientos, y no puedo creer todo lo recorrido.
Cuando me formé como Asesora de Imagen en el 2011, no se hablaba de este tema, de hecho lo que estaba en auge eran los blogs, algo de Facebook y Youtube en sus inicios, donde todos usábamos nombres cancheros y fáciles de recordar pero para nada nuestros nombres propios. Pues bien, en 2016 el panorama empezó a cambiar drásticamente.
Era cada vez más común encontrarse con sitios web que en su home page desplegaban la foto de un emprendedor como portada, con dominios de nombres propios y creando empresas bajo sus identidades personales. El primer impacto era creer que se trataba de algunos osados y hasta egocéntricos por autodenominarse empresarios con un nombre de pila, como si se tratara de alguien famoso, pero no. Era el inicio de algo enorme. La era de las marcas personales.
Y así empecé a darle vueltas al asunto. Lanzarme con la mía, caer en la dinámica de la autoexposición y auto referencia para mencionar mis servicios, experiencia, etc. Psicológicamente era un paso fuerte y admito que hasta me daba vértigo solo la idea de tener una web donde mi cara se vea en todos lados. Pero me animé.
¿Con mi marca personal, cambió todo?
Sí, cambió mi perspectiva, mi tono, mis contenidos, mis precios, mi forma de acercarme a un cliente ideal, y claro, esto atrajo la mirada de colegas que querían ir por el mismo camino, así que dije «BINGO», yo puedo ayudarles. En mi caso fue a punta de estrellones que fui descubriendo los mejores caminos y estrategias para lanzarme, ganar visibilidad, rentabilizar y posicionarme. Ahora con toda esa práctica sabía que debía hacer algo… seguir perfeccionando técnicas y herramientas. Y bueno desde ahí tomar otras formaciones complementarias, crear más servicios y dar a luz mi training de branding y marketing personal.
Y fue desde ahí que he estado hombro a hombro, primero con asesoras de imagen que como yo estaban perdidas de cómo crear sus marcas, luego con emprendedoras de otros rubros que no sabían cómo mostrarse en redes o incluso diseñar servicios, y luego lo más fuerte, llegó la pandemia y una oleada de emprendedores querían saber cómo plantarse frente a cámaras y mostrar lo que hacen.
Mi oportunidad de trabajar decenas de marcas personales desde descubrir sus arquetipos hasta guiarles en qué contenidos crear siguió avanzando a pasos agigantados. Empecé a ser convocada por escuelas internacionales para dar ponencias, por congresos para contar mi experiencia, y por empresas para dar capacitaciones. La verdad un giro de 180 grados para mi negocio.
¿Un asesor puede diseñar marcas personales?
Con toda certeza diré que sí. Que nuestro expertise en imagen personal ayuda, que además meterse de cabeza en marketing digital y estrategias lo complementa, pero que además conocer sobre la psicología de los arquetipos, trabajar y diseñar (saber hacerlo obvio) servicios para otros, es un arte, un don y algo que se debe tener en cuenta si se quiere abrir una rama de negocio totalmente viable en estos tiempos digitales (y pandémicos).
Con este post quiero abrir esa conversación, tocar ese punto de interés en ti si eres asesora y me estás leyendo, y claro, preguntarte si en realidad ves esta rama del asesoramiento como una nueva ruta para tu emprendimiento. ¿Por qué? Porque ahora en 2022 daré el siguiente paso en este lindo camino del branding personal, que es el de crear una ESPECIALIZACIÓN donde te enseñaré todo lo que ofrezco desde mi emprendimiento para crear la marca personal de otro emprendedor, y por qué no… hasta enseñarte a cómo aplicarlo a la tuya.
¿Te suena ambicioso? pues a mí si, y me tiene muy nerviosa el plan, tanto que llevo cerca de 5 meses creando la malla curricular, pensando en lo que incluirá y hasta imaginando cómo podré impulsar a otros asesores de imagen a trabajar este tipo de servicios desde sus negocios, ayudándoles a rentabilizar aún más lo que hacen.
Ahora que he abierto la caja de pandora, ¿me dejarías conocer tu opinión?
Te leo!