¿Por qué me cuesta tanto entender mi estilo personal?

Si esta pregunta te persigue, quiero decirte algo. TIENES ESTILO, sólo que no sabes qué nombre tiene, y quizás no has organizado tus prendas en función de eso. Y esa es la razón de tu confusión.

La cara de sorpresa de mis clientas cuando luego de una primera sesión les descifro «tu estilo es…» merece ser fotografiada, no solo por la alegría que expresan sino por el asombro que esto les trae. Y claro siempre aparece el comentario de «no tenía idea que yo tenía un estilo definido», lo cual es comprensible porque no tenemos por qué saberlo si no nos hemos dedicado a indagarlo. En todo caso, voy a explicarte mejor por qué tanta complejidad de este tema.

El estilo no es uno solo…

Habrás escuchado decir que «tienes un estilo particular y único», sin embargo habría que aclarar mejor lo siguiente y es que lo más probable es que combines de 2 a 4 estilos al vestir, y me refiero a esta palabra como un conjunto de características (dentro de ellas psicológicas) con las cuales te sientes más identificada y te representan. Sin embargo aunque tú y tu mejor amiga resulten ser de estilo romántico y moderno, no significa que elegirían las mismas prendas o accesorios para vestir. ¡Ajá, y esto por qué!

La teoría del estilo es una, la práctica otra.

Ya te imagino leyendo blogs y cuentas de instagram donde te dan el significado de «los 7 estilos universales», y empiezas a jugar a encajar en cada uno, llegando a la conclusión que todos o ninguno te cuadra. Y sí, para nosotros, los asesores de imagen, esa teoría fue un camino inicial para diferenciar los estilos al vestir, pero en la realidad hay elementos mucho más profundos a destacar que el hecho de que te gusten las flores o prefieras las prendas holgadas para definir si eres de X estilos.

¿Por qué te explico esto? Porque aunque quieras ser autodidacta con el tema de identificar tu estilo, es más acertado consultar un especialista que no solo te haga un test, sino que te ayude a adaptar esos conceptos tan generales en tu propio caso.

Cada persona además de tener algunos gustos particulares, cuenta con un cuerpo distinto, percepción única y agenda propia. Y todos esos factores se conjugan para luego generar las conocidas propuestas al vestir. Si sólo te estás basando en el consejito que has leído en el Instagram de alguna colega, déjame decirte que no estarías trabajando realmente por una imagen auténtica sino por encajar en un concepto estereotipado de estilo.

El estilo muta con el tiempo

Si antes eras de las que no podía dejar de usar tacones y de pronto te ves llevando tenis todo el tiempo, tranquila. Es normal. Lo mismo sucede con colores, estampas o moldes de prendas que antes nos obsesionaban y de pronto nos resultan incómodas. Es un error pensar que no «casamos» con un tipo de estilo para toda la vida, somos seres cambiantes y estamos sometidos a muchas circunstancias que nos harán cambiar de gustos o necesidades respecto a lo que elegimos para vestir.

De ahí que en varios casos tengo clientas que en piloto automático llevan años comprando lo mismo, en las mismas tiendas, y sin embargo se la pasan diciendo que no tienen qué ponerse aunque haya ropa sin estrenar en su armario.

Así que chequear de forma periódica lo que nos gusta y representa, sería un ejercicio óptimo para resolver el dilema.

Hay tendencias que van con tu estilo, y otras que no.

Recuerdo en el 2021 cuando vivía en Argentina y se pusieron de moda las púas, tachas, el excesivo uso de cuero y hasta estampas de calaveras, ni qué decir en el 2013 cuando los colores fluorescentes se tomaron el verano. Todas las tiendas mostraban lo mismo, era como que no había escapatoria, o te sumabas o te quedabas con ropa de años anteriores para vestir.

¿Y sabes qué? a veces esa segunda opción es la mejor algunas temporadas. Para que lo sepas, cada temporada hay un dictado de tendencias, en ese dictado habrá inspiración en determinadas texturas, colores, moldes o incluso décadas pasadas, y por eso no todo lo que se propone te va a gustar. De hecho será normal que haya un año entero donde no te provoque comprar nada porque todo te parece descabellado o poco utilizable, y está bien.

Cuando trabajas en un asesoramiento personalizado, esta información sobre tus estilos es muy valiosa porque te ayuda a discernir entre las tendencias que funcionarán para ti y las que simplemente debes dejar pasar.

Conclusiones sobre tu estilo

Tal como has leído hay varios factores que te llevan a pensar en por qué el estilo no es «algo» permanente ni mucho menos descifrable a la primera o en un post de Instagram (esto va también para mis colegas que tratan de ser muy estrictas con algunos conceptos), por lo tanto siempre que te sientas perdida, recuerda que puedes acudir a un especialista en el tema, que te guíe en esa búsqueda, que le ponga nombre a tus estilos pero por sobre todo que te lleve a practicar buenos hábitos con tus compras y armario.

 

¿Sientes que has desconectado con tu estilo al lanzarte con tu marca y emprender?

Lo que pasa es que has estado sumergida en el “deber ser” con tu forma de vestir, en lugar de FLUIR para comunicar con tu sola imagen.

Así que quiero compartirte estas ¡5 CLAVES PARA CONECTAR TU ESTILO A TU MARCA PERSONAL!

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