¿Por qué la urgencia de ver cambios en nuestra imagen?

¡Wow! faltan pocas semanas para que termine este año. ¿Qué tanto te has repetido la palabra CAMBIOS en estos días? Yo estoy segura que al menos 2 ó 3 veces por día la estoy mencionando (de forma consciente), pero sé que tiene que ver con el ánimo general, el calendario y… nuestra tendencia general a aburrirnos fácilmente y considerar que «un cambio» puede venir bien de vez en cuando.

Ahora, profundicemos un poco más y llevémoslo a la imagen que ves en el espejo todos los días. ¿Qué te dice esa mujer que ves reflejada? ¿Cuáles son las primeras impresiones que tienes? ¿cuál es el sentimiento con esta actividad matutina de verte al espejo? Creo saber tus respuestas, y no es porque esté leyendo tu mente pero sí tus mensajes en redes sociales, en consultas conmigo y hasta en los comentarios de mis videos por Youtube.

Últimamente en consultas hago la comparación de nuestra relación con la ropa (por ejemplo), tal como nuestra relación con la comida. Y ya sé, que no tienen la misma función pero hay algo en común y es cómo lo elegimos: consciente o inconsciente, desde la emoción o desde el piloto automático, pensando en corto o a largo plazo. ¿Ves? en ambos casos estas disyuntivas existen y tienes que ser tú quien toma la mejor decisión para su propio caso.

¿Entonces qué tienen que ver los cambios?

Estamos ansiosas por romper con esa disyuntiva, con unas ganas tremendas de tener la respuesta resuelta y eso tiene que ver con salirnos de un piloto automático que nos ha mantenido adormecidas con nuestra imagen, y lo que elegimos a diario.

Si esto que acabo de contarte te hace sentido, vas por buen camino porque significa que has reconocido que no sólo «quieres hacerlo» sino que tienes que actuar para realmente ver resultados. Ahora hablemos de un segundo tema que también tiene que ver con la palabra «urgencia» porque créeme que siempre que leo mensajes diciéndome «me urge tal cosa» «necesito ya cambiar esto» «es que este es mi momento para hacerlo», viene seguido de una gran excusa: TIEMPO.

Usualmente cuando nos referimos a algo urgente es cuando de verdad sentimos que no podemos casi respirar con una situación en particular. O sea que hemos llegado a sentir incluso dolor físico por algo que no nos está haciendo bien. Y me dirás ¿físico? «a mí no me duele el cuerpo por no vestirme bien», y yo te recordaré las miles de mañanas donde te excusabas diciendo «no tengo tiempo para arreglarme», pasaban las horas y si por si acaso te encontrabas con un espejo frente a ti, lo primero que hacías era echarte una crítica, que… sí, podía darte hasta dolor de estómago por el malestar.

No me lo invento. ¿Piensas que no estuve en tu lugar? Lo estuve, tengo días donde puedo levantarme con esa sensación de apuro por «no tener tiempo para» pero igual me llevo a tener mis rutinas de cuidado, porque sin eso, luego sé que viene algo peor, la culpa y eso sí que duele a nivel físico y mental.

Entonces, si estás en el mismo MOOD que yo con el tema de no parar de hablar de cambios por aquí y por allá, te voy a dar un consejo que puede sonarte fuerte: Deja de llenarte de excusas con el tema de los tiempos. Es que ya no es cool decir «deja que me organizo», «cuando tenga tiempo ahí invertiré en mí», «cuando puedas hacerme un espacio porque estoy con mil cosas».

Porque lo único que das a entender al otro es lo siguiente: CUALQUIER COSA es más importante que sentirme bien conmigo y con conectar con lo que necesito para dejarme fluir.

Soluciones si quieres ver CAMBIOS

No, esta vez no te las pondré en lista sino que te las diré de forma directa. Basta de procastinar con los benditos cambios.

Cuando uno utiliza esta palabra es porque se está en acción, y no en el infinito imaginario donde te dices mentalmente «es que quiero un cambio» y por arte de magia se dará. NO. No funciona así, no es suerte ni truco ni nada parecido, es decisión (acción) para movernos de un lugar y apostar por salir de lo conocido y cómodo que puede llegar a doler (y costar mucho dinero).

Me atrevo a escribir un post tan directo y poco polite porque considero que este ha sido un año donde me lancé a todo, a invertir, a crear distinto, a aliarme, a viajar a lugares fuera de mi radar, a vender sin miedo, a comunicar desde un lugar menos posado y más natural, y por eso ver o leer a mi alrededor la frase trillada de «quiero un cambio», y darme cuenta que la persona no hace nada, pues me genera hasta frustración.

Y quizás sí, sea un tema de personalidad, timing, o incluso barreras, pero también estoy segura que soy igual que cualquier humano que tiene miedos o incertidumbre cuando se plantea un cambio, pero saben ¿qué? me voy por ello igual.

De alguna u otra forma no serás la misma una vez que decides actuar, y te dejas de poner excusas que ya nadie te cree (ni tú misma), así que ve por ese cambio que quieres, y si dices que es urgente, transfiérelo a tu actuar, no a una frase cliché.

 

 

 

¿Sientes que has desconectado con tu estilo al lanzarte con tu marca y emprender?

Lo que pasa es que has estado sumergida en el “deber ser” con tu forma de vestir, en lugar de FLUIR para comunicar con tu sola imagen.

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