Me declaro fanática de la Colorimetría en mi rol como asesora. Lo he trabajado por casi 10 años de forma presencial y online (de hecho me animo a decir que fui de las primeras en atreverme a hacer análisis a través de una videollamada cuando todos me decían que era imposible).
Y no puedo evitar sumergirme en más y más información al respecto, sobre todo cuando sé que existen diversas formas de analizar una paleta personal, y cuando dentro de esa complejidad todavía surgen «subteorías» creadas por otros colegas o aficionados del tema.
Cada vez que surge un artículo o vídeo de Colorimetría, me llegan mensajes de alumnas o clientes preguntando si X versión existe o si lo que dijo alguien más es cierto, o si se puede hacer algo para unificar las distintas teorías existentes. Y no. No se puede, es poco probable que todos nos pongamos de acuerdo, y en casos muy puntuales es respetable que existan estas diferencias entre teorías para descifrar la Colorimetría personal.
Colorimetría para todos.
Lo primero que me gustaría aclarar en este artículo es que no es que haya UNA sola forma de indagar en un análisis personalizado. Actualmente existen 3 teorías mayormente reconocidas (la de 4, 12 y 16 estaciones), y con ello un abanico de opciones en cuanto a herramientas para detectar la estación de una persona, lo cual se entiende que irá acorde al sistema de trabajo de un profesional de la imagen (entiéndase alguien que ha estudiado la parte técnica y ha tenido suficiente práctica para ejercerlo).
Por consiguiente al existir estas tres teorías, seguro también habrá variedad de argumentos de por qué una funcione mejor que otra, en qué casos es considerable apuntar hacia lo uno o lo otro y claro, que los resultados nos gusten o no, serán distintos. (Eso incluye hasta los nombres de las estaciones).
Y por último que en tema de color, nos guste o no, hay una cuota de subjetividad implícita. Si bien la Colorimetría es una herramienta técnica con un paso a paso a seguir, al fin y al cabo pasa por la mirada
de un profesional que puede tener X percepción de los colores, y repito… nos guste o no, eso haría posiblemente variar el resultado.
Es lo correcto si se paga por un servicio? No, pero a la vez, es lo que hay.
La Colorimetría como enganche y marketing.
Al ser un tema tan apasionante, no es extraño que muchos asesores lo utilicen como anzuelo para captar la atención de su audiencia, sabiendo o no ejercerla de forma técnica. Y bueno, eso también ha hecho que muchas personas tengan la falsa idea de que es algo divertido y fácil de trabajar muy a la ligera.
Mi forma de verlo acá es menos flexible. Considero que es genial que la Colorimetría se dé a conocer por todas ls vías posibles, pero es cierto que molesta un poco (bastante), que se la use para desinformar o solo crear polémica.
Si eres asesor de imagen sabes lo que te quiero decir. Promover la Colorimetría como un valor agregado de tus servicios es más que válido, pero cuando otros improvisados desean solo darse a conocer por jugar con las paletas de color sin importarle los efectos que puede generar en la comprensión de la misma tanto en su audiencia como clientes, entonces ya hablamos de engaño.
Diversas teorías, diversos resultados.
Según con quien te realices el análisis, encontrarás que puede haber diferencia en los resultados. No es lo más adecuado pero suele pasar.
Para evitar entonces caer en un servicio incompleto o poco veraz, sería oportuno indagar no solo en la popularidad de quien te haga el análisis sino en los testimonios de sus clientes, su trayectoria y hasta me animo a decir en el tipo de contenidos que ofrece.
Desconfiar del análisis de Colorimetría es válido cuando notas que se habla del tema muy a la ligera, pero también cuando ves que quien lo difunde tiene poco y nada de experiencia con clientes reales.
¿Entonces quién tiene la razón?
Lamento decirte que no hay un ente regulador para que verifiques los resultados de un test de color. Ni que tampoco hay una teoría perfecta. Quizás para algunos colegas funciona más una que otra y está bien siempre que te facilite todas las herramientas para que luego como clienta sientas que has conectado en verdad con tus colores.
Que sigues desconfiando? Consulta otro profesional y no te quedes con la duda.
Por otro lado para mis colegas que ejercen el asesoramiento, por favor recordar que se trata de un servicio personalizado y que amerita tener sus excepciones en lugar de dedicarnos a dar consejos muy generales que solo confunden más y más.
Y por último animarlas a consultar a un profesional en lugar de jugar al auto análisis. Sobre todo porque así tendrán mejores resultados y herramientas reales para aplicar en su imagen personal.