Que el año nuevo trae tendencias nuevas, que nos podemos permitir experimentar con ellas, y que nos merecemos estrenar algo ya que es un nuevo inicio.
¿Te has escuchado diciendo estas cosas? Déjame decirte algo, quizás estás confundiendo la palabra «inicio» con «gasto» y ahí es donde tengo que frenarte. Esas premisas que leíste en el primer párrafo son cosas que yo también me dije en su momento y que me llevaron a comprar desenfrenadamente con el pretexto de renovar mi imagen a toda costa en un nuevo año. Pero una vez más, déjame frenarte ante ese pensamiento.
Cuando vamos a una tienda pocas veces lo hacemos sabiendo qué vamos a comprar y qué realmente necesitamos. A diferencia de cuando vamos a un supermercado (con una lista) para comprar lo que hace falta en casa, cuando vamos a una tienda de ropa/zapatos/accesorios, vamos con la falsa ilusión de que algo nos sorprenderá y ahí es cuando perdemos el norte. Nos dejamos impresionar por lo que vemos, nos generamos una falsa expectativa de cómo usaremos X ítem y hasta nos convencemos de que es nuestra «última oportunidad» para apostar por un cambio… ¿y adivina qué? a veces ni llegas a usar eso que compraste más de una vez.
Así que en lugar de generarnos todo ese dilema, y gastar de más en una tienda, tengo estas recomendaciones basadas en charlas y práctica con mis clientas.
- No vayas a una tienda sin saber qué vas a comprar, y respeta ese límite.
- Una vez que hayas decidido qué comprar, ponte un presupuesto a gastar, créeme esto te ayudará a controlar impulsos.
- Si sólo quieres recorrer tiendas para informarte de novedades o por pasar una tarde divertida, hazlo sin tarjetas de por medio. ¿Restrictivo? Cuando más nos relajamos a cuando nos despojamos de esa «necesidad» de comprar algo. Podrás incluso ser más objetiva con lo que llama tu atención.
- Infórmate antes de ir a comprar. ¡Ya conoces tu estilo!, ahora es momento de estar al día con blogs, redes sociales y revistas, así nada te tomará por sorpresa.
Por otro lado también está la decisión de una compra inteligente. Ya saben, una compra planificada con razón de ser y sobre todo que funcione a largo plazo. Y sí, también estuve en el lugar de sentir que necesitaba mil cosas nuevas o ajenas a mis estilo para parecer moderna, pero saben qué… al final me perjudicaba porque ni las usaba ni las disfrutaba tanto como creí.
Así que también sumo por acá qué tener en cuenta cuando tengas ganas de comprar de forma inteligente.
- Arma una lista de 5 ítems. ¿Por qué este número? Porque salvo que te hayas quedado sin nada en tu armario, no entendería por qué necesitas tantas cosas de forma urgente. Por supuesto hay excepciones, por ejemplo te vas de viaje de compras, entonces listo… tienes tiempo y presupuesto para armar una lista más amplia, pero sino es así, los 5 ítems son suficientes.
- En esa lista prioriza los ítems de urgente a menos urgente. Así sabrás en qué orden buscar las cosas que quieres comprar y dónde.
- Asigna un presupuesto a gastar por ítem. Si no tienes el valor exacto, al menos pon un promedio de lo que estás dispuesta a pagar por ello.
- Cuando hablamos de compras inteligentes hablamos de inversión. Y no porque la compra te traiga regalías (salvo que luego lo vendas), sino porque debe ser un ítem que dure por lo menos dos años, al cual le vayas a dar de 5 a 10 usos distintos y porque además sea de buena calidad. Se aplican distintos periodos de tiempo según cada ítem. No es lo mismo invertir en una chaqueta de cuero, que en una camisa básica.
- Las tiendas donde compres tus ítems claves deben ser confiables, pero sobre todo que representen tu estilo. No hablo de marcas, sino de calidad 🙂
Ser una experta en compras lleva su tiempo, y hay mucha prueba y error de por medio porque obvio todo el tiempo nos vamos descubriendo en esta materia. Sin embargo prácticas como estas que mencioné en el post, pueden darte una guía de cómo calmar la ansiedad al momento de comprar y sobre todo de ver tu armario como un espacio clave donde cuentas con lo que realmente necesitas.
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