En qué momento empezamos a comparar el perfil de una red social con la imagen de esa persona que tenemos en frente. Nada más lejos de la realidad, pero estamos en esos días (¡y no me lo vas a negar!).
Y traigo este tema por acá por el blog porque trabajando en el desarrollo de imagen de estilo con clientes, o la imagen de marca con asesoras, me doy cuenta que hay un gran contraste entre lo que decimos mostrar, con lo que en verdad estamos reflejando o dando a entender.
Voy a usar ejemplos porque es la mejor manera de comprender a qué me refiero.
- Caso #1: Conocí (o mejor dicho en redes ella me contactó a mi) hace un tiempo a una persona que se dedica al asesoramiento. Esta persona cuenta con los títulos necesarios para validar su carrera, (todo bien con eso), tal como todo mundo esperaría. Tiene inclusive un buen número de seguidores, pero en cada una de sus publicaciones hay algo que me extraña muchísimo. Es una «omnipresente». ¿Sabes de qué te hablo? Sabes que está, pero no la puedes ver. No hay una sola foto donde yo pudiera ver su cara, es que hasta hemos intercambiado correos y un llamado, pero no hay una sola imagen que me deje conocerla. Pero algo más. Cada publicación e incluso videos que sube tienen que ver con ropa, accesorios, fotos de famosos, tendencia de pasarela, donde sus mensajes me hablan de » deberías usar esto por X».
- Caso #2: Una persona (no tenemos mucha interacción en redes), que me habla de emprendimiento. Publica fotos de paisajes donde no hay personas, no tiene tampoco foto de perfil, sino una imagen abstracta, y cada una de sus publicaciones me dice que está emprendiendo y que el camino es complicado, pero siempre siempre tiene un mensaje motivacional que lamentablemente cae en lo cliché, porque ya que no veo en lo que emprende (literal en su perfil no lo dice, salvo la palabra «Emprendedora»), me genera una sensación de ¿por qué haces esto?.
Estas dos personas de ambos casos existen, y obvio así como esos perfiles hay miles. Y quise poner un caso de Asesora de Imagen, así como del «Emprendedor» general para poder tocar algunos puntos.
- Estamos en la era digital: Dejemos de pensar que la imagen pasa por un logo, y por subir fotos de internet donde queremos llenar una casilla que debe llenarse. Estar en una era tiene que ver con el desarrollo sociológico que involucra conductas, acciones, actitudes, etc, y si se trata de llevarlo al plano digital aunque no te vayas a convertir en holograma (aunque a eso vamos ja), pero al menos involúcrate como debes hacerlo, y no a manera de spam, o sea posteando cosas sin sentido, sin identidad, ni que aporten valor.
- ¿Por qué hablamos de imagen digital? Tan simple como decirte que ahora cada vez que te presentas con alguien en una reunión, entrevista de trabajo, fiesta, etc, lo primero que hará una persona es buscarte en internet. O sea, que lo que publicas importa. Al menos si entre tus objetivos está establecerte como profesional contemporáneo, o marca de servicios.
- Y hablando de marcas ¿qué pasa si no soy una? Lo eres desde el momento en que quieres promover lo que haces, o contar tu historia. Sino ¿por qué publicas en redes lo que haces?. Reconoce que estás tan envuelta en redes sociales como lo hace una persona con objetivos de marca, solo que en esa confusión de no saber qué mostrar empiezas a hacer cualquier cosa y eso confunde.
- Autenticidad: Palabra que importa demasiado en estos tiempos. Esta semana recibí dos mensajes, uno por correo y otro por IG diciéndome «quiero hacer lo que haces, por dónde empiezo». Ufff… Empezamos a confundir la historia de una persona con la de una marca, y ahí es donde te pregunto ¿qué quieres hacer tú? Porque por ejemplo, puedes no haber establecido que tendrás una marca, pero el hecho de querer etiquetarte con tal profesión o lo que haces en tu perfil de IG, ya indica tu interés de venderte como tal al mundo. Así que, la imagen en tiempos digitales importa y mucho.
- Storytelling: Eh… sí, éste es un término que me enseñaron en el 2011 cuando cursaba la maestría de periodismo, y recuerdo haber puesto la misma expresión de ¿qué es eso? Y yo te digo, tan simple como contar tu historia. No es solo etiquetarte en tu perfil diciendo todos los títulos que tienes, como el caso#1, o ponerte un término general que está de moda como el caso#2, sino realmente analizar qué haces, quién eres, qué tienes para ofrecer.
Bueno hemos indagado en aguas profundas con todos estos puntos, pero sabes ¿por qué lo hago? Porque hay una confusión importante sobre armar la foto bonita para subir de tanto en tanto a las redes sociales, en lugar de pensar «qué quiero transmitir», y así en función de eso armarse un plan.
Mientras más trabajo en mis propias redes sociales y con las de otras marcas personales, me doy cuenta la importancia de estar involucrada en todos los aspectos con el desarrollo de un mensajes, que sí implica buenas fotos y videos pero también mucha coherencia entre tu imagen personal/profesional y lo que ofreces.
OJO: No hace falta estar involucrado en moda, imagen, estilismo para tener en cuenta estos puntos y mejor hay que pensar en que la clave está en decidir si se quiere o no comunicar a través de una red social (la que sea que elijas para ti).
Ya termina el 2018, y con ello un ciclo donde cambiaron muchas dinámicas en redes, en emprendimientos y hasta con nuestra propia imagen. Con lo cual, ¿hasta qué punto quieres estar mostrándote desde la omnipresencia o desde una etiqueta caduca?