Siendo una carrera novedosa y con un abanico de oportunidades para sobresalir, el trabajo como Asesor de Imagen ha estado bajo la lupa en los últimos tiempos, con una cantidad increíble de profesionales capacitados que no logran rentabilizar sus servicios, ni trabajar de ello a tiempo completo. Pero ¿por qué sucede esto? ¿y cuáles serían las soluciones?
Voy a contar algo y es que elegí dos carreras donde nadie me advirtió que lo más complicado sería encontrar un trabajo. Sí, soy periodista y asesora de imagen, y en ambos casos una vez que tuve un título en mano, mis opciones laborales se redujeron a: encontrar múltiples trabajos para tener ingresos pequeños que sumen un sueldo, o segundo, la autogestión para hacer de mis profesiones una marca de servicios. He pasado por ambas, y acá te cuento qué pasa y qué hacer si estás transitando lo mismo.
«¿Por qué no puedo vivir de ser Asesor de Imagen?»
En la pregunta está la respuesta. Voy a empezar diciéndote lo siguiente: mentalidad. Si dices que «no puedes», no podrás, y así me digas «Annie, pero no es magia» «ayyy… yo ya lo hice todo y nada». Pues estoy segura que ni lo has hecho todo, y que definitivamente no tiene que ver con magia.
Te voy a revelar algo que descubrí en más de 12 años trabajando como periodista, y es que hay carreras que requieren de Autogestión. Y la carrera de Asesor de Imagen es definitivamente una de ellas (al igual que el periodismo). A ver, que existen pocas probabilidades que encuentres lugares físicos de trabajo donde te contraten por haber estudiado esta carrera, y para que sepas, aunque existe esta opción, está limitada a capitales de moda o ciudades muy grandes con tiendas departamentales que cuentan con el cargo de «Personal Shopping» o «Styling» entre sus servicios.
Así que lo cierto es que se trata de un rol donde tú mismo debes crearte las oportunidades laborales. Ya hasta este punto entonces debes saber que si estás por estudiar esta carrera, o llevas graduada 10 años de esto y no ves ningún retorno, no tiene que ver ni la situación económica, ni que nadie te ha dado trabajo, sino que no has gestionado las oportunidades necesarias para ver resultados.
Y te va a sonar cliché, pero yo también estuve en ese punto. De hecho mis primeras clientes eran muchas de mis conocidas, a quienes les cobraba algo muy muy bajo porque «qué vergüenza cobrar por esto que pueden leer en una revista», y así perdí muchas oportunidades de primero dar a conocer el valor de mi trabajo, y segundo generar una experiencia tan profesional, que me terminaran recomendando a otras personas. Pero bueno, esto me tomó dos años más o menos hasta que empecé a entender mejor lo que tenía que hacer.
Las barreras a la vista
- La primera y la más difícil de superar es la falta de confianza en lo que estás haciendo. He tenido alumnas que mientras avanzan en las clases están más preocupadas de no saber cómo «los clientes llegarán», en lugar de pensar en estrategias para salir a buscarlos diciendo «yo puedo ofrecerte esto». A todos nos ha pasado de estudiar algo, y sentir que tenemos un tiempo de prueba donde alguien nos abrirá la puerta y así ganaremos experiencia, pero todo tiene que ver con actitud, y no con «dejar que las cosas pasen».
- Después (y de verdad es más común de lo que crees) está la de querer ofrecer algo que ni se aplica, ni se cree al 100%. Ser Asesor de Imagen implica un compromiso con mantener una imagen en todo sentido, desde tu forma de presentarte, de hablar, de tratar con la gente, hasta el lugar o los canales donde expones lo que ofreces. Ejemplo: Ser asesor de imagen y sentir vergüenza de sacarse una foto para su sitio web, redes sociales, etc. Te pregunto ¿cómo puedes ayudar a otro a sentir confianza en su imagen si a ti te da vergüenza que te saquen una foto? Y sí, me voy a este tema porque al día de hoy este rubro debe moverse 100% a través de canales digitales.
- Desconocimiento del mercado al que apunto. Así como si se tratara de un producto que vas a lanzar, para acercarte a potenciales clientes y luego cerrar una venta, tienes que saber qué ofreces y qué buscas (en perfil de cliente). Escucho entre mis alumnas del Coaching de Branding y MKT Personal que la mayoría de casos dicen: «apunto a mujeres de 25 a 50 años que les gusta la moda, viajar y verse lindas». ¿Tienes idea cuántos millones de personas entran en esa escala? No hay un target, por ende ni se sabe dónde comunicar, ni qué decirles, ni qué ofrecerles.
- Pensar que podemos hacerlo todo con tal de enganchar un cliente. Y tiene que ver con el punto anterior. Cada profesional debería especializarse en algo y en definitiva ir por ello. Ejemplo: Armarte tu propia línea de servicios, aceptar para qué eres buena y para qué no. Entender que no puedes hacerte cargo de atender clientes, armar tus redes, diseñar tu web, etc, etc, etc. Y lo digo por experiencia personal, que tuve mejores resultados cuando decidí ir paso a paso o asignando tareas a especialistas en cada tema.
- El presupuesto. Y aquí tengo tanto para decir que lo voy a tratar de resumir lo mejor posible. Así como si hubieras estudiado medicina, leyes, ingeniería, arquitectura, etc, y te tomaste 4, 5 o 6 años para invertir tiempo y dinero en tu preparación y luego en la instalación de tus propios recursos como profesional. Pues con el asesoramiento sucede igual. Y te diré algo, incluso tienes mucha menos inversión y mejor retorno, pero definitivamente tienes inversión. Decir que harás un curso y que en dos días serás experto en asesoramiento ES UNA FARSA, así como también lo es decirte a ti misma «es que ya me pagué dos y tres cursos y nada que vienen los clientes». Pues bien, entonces ahora invierte en capacitarte para armar tu negocio, para manejar tus redes, para tener un espacio desde donde trabajar (físico u online), pero gestiónalo. No lo dejes al azar. Basta de querer resultados mágicos o de la nada, por creer que con un taller ya estás lista para facturar miles.
- Los prejuicios. Tanto los tuyos como los de tus clientes. Con ambos tendrás que lidiar, conciliar y aprender a crear tus propias experiencias y creencias.
¿Cuáles son las soluciones?
TOMAR ACCIÓN
Cuando hablamos de Auto-Gestión, estamos involucrando al compromiso de mantenernos en constante movimiento. Desde invertir en una capacitación, hasta contratar a alguien que pueda darte una mano con la estructura de tu negocio. No tienes por qué quedarte en el lugar que estás, ni con los nulos resultados que has tenido hasta ahora.
¿Cuántas veces te has dicho que eres Asesora de Imagen y por dentro piensas «pero si no estoy cobrando nada por ello»? Pues es así, hasta que no monetizas tu trabajo, no es trabajo, es hobby y un hobby no paga tus cuentas.
Lo segundo y primordial que debes hacer y pensar es que así como con cualquier profesión, los resultados dependen de qué tan bueno seas en lo que haces, y con ello repito lo que te comenté arriba: hacer un curso breve de asesoramiento no te hace la carrera ni te hará ganar millones.
Si fuera por el objetivo de vender por vender, yo pondría a tus pies uno de mis talleres asegurándote que serás millonaria al día siguiente, pero no hago eso. Al contrario, me encargo de informar a cada una de las personas interesadas y a mis alumnas, que esto se trata de un proceso de formación, así que no lo aceleres pero tampoco te quedes esperando por un milagro.
Tercero, consume y adquiere información o capacitaciones de quienes has visto resultados. Hay millones de escuelas improvisadas que te aseguran un mundo ideal si tomas X curso, o si vas a tal evento por única vez. ¿De verdad crees que eso te garantiza profesionalismo? Por favor, invierte en quienes o aquello que sabes que dará resultados.
Cuarto, y quizás básico. Plantéate metas con tiempos reales y ve midiendo resultados para saber dónde estás. Si tienes más de dos años con un título de asesora y hasta ahora no has cobrado por una sola sesión, hay algo que no estás haciendo, lo mismo que si dices que quieres ser reconocida en tu mercado, pero hasta ahora no sabes ni cómo abrir tus propias redes sociales (profesionales) o una web donde puedan buscarte.
Los asesores de imagen tenemos un compromiso con nuestros clientes: ayudar a crear coherencia entre lo que nos decimos que somos, lo que mostramos y hacemos. Exacto, esa misma línea de pensamiento con la que atiendes a tus clientes para ayudarles en su propia imagen, es la línea de pensamiento que debes aplicar para tu vida profesional.
¿Y tú, en qué parte del camino profesional estás?
Déjame saber tu opinión aquí abajo en los comentarios. Y si lo que buscas es TOMAR ACCIÓN, también pongo a tu disposición este entrenamiento diseñado para crear tu propia ruta como Asesora de Imagen profesional.