¡Me gradué de asesora de imagen, ¿y ahora qué?!

Tienes tu formación de asesora de imagen completa. Te has puesto la meta de emprender lo antes posible, has invertido en muchas herramientas que consideras útiles para arrancar el negocio. Tienes una ligera idea de quiénes contratarían tus servicios. Solo falta algo… no sabes por dónde empezar.

Las posibilidades con esta carrera son infinitas. Sí, como has leído, infinitas. Y quien me diga que ser asesor de imagen no es rentable o que  a nadie le importan nuestros servicios, pues te ha mentido. Ahora por otro lado tampoco te creas el cuento de que «todos pueden ser nuestros clientes». Porque no funciona así.

En este blog de hecho encontrarás varios artículos relacionados a los pasos a seguir, puntos a tener en cuenta para emprender, e incluso hasta algunas experiencias personales y de colegas que no sabían cómo iniciar su negocio. Sin embargo quiero también hacer un espacio para la parte de la que muy pocos hablan. La frustración de tener un título y sentir que falta mucho para lograr establecerse un nombre en el mercado.

Camino largo, pero seguro.

Que lo sabré yo.  Estudié esta carrera en un país extranjero, con cero contactos ni noción de cómo funcionaba el mercado laboral. Después, me mudé dos veces más a países al otro lado del mundo, nuevamente con cero contactos y ninguna alternativa laboral estable. Pero acá estamos, emprendiendo por mil. ¿Cómo lidié con esa frustración y ansiedad para empezar?

Ignorando por completo a lo que hacían los demás.

Es normal que cuando empezamos con algo nos llenamos la cabeza de referentes e información que en teoría debería impulsarnos a lanzar algo propio, que además debería motivarnos a ser creativos y hasta a tener todo súper claro con respecto a qué pasos seguir. Y no pasa así. Somos humanos y el primer instinto a consumir toda esa información es caer en la comparación. Empezar a medir nuestros resultados con los del otro sin tener ninguna referencia contextual o de la real situación del otro.

Entonces aprendí, a duros golpes mentales que lo mejor era hacer lo mío e ignorar al de al lado. No lo malinterpretes. me refiero a no estar todo el tiempo viendo que hacen mis colegas o personas relevantes en este mercado, de ahí lo que sí hice fue empezar a fijarme en modelos de negocios, estrategias y técnicas de comunicación de personas que admiraba pero que no necesariamente trabajaban en asesoramiento de imagen. ¿Por qué? porque me ayudaba a tener un modelo a seguir sin que eso signifique compararme.

Esa indiferencia de mi parte duró por lo menos los primeros tres años de carrera. Estaba súper entusiasmada de que podría ir generando clientes y conexiones por mis propios medios y así fue, lo juro, porque repito… me enfocaba solo en mi desarrollo, no en el del otro.

¿Cuándo empecé a ver resultados más reales?

Al cabo de un par de años de graduarme. Es la verdad. Los primeros clientes que tuve fue inmediato de graduarme de asesora pero estaban muy lejos de ser mis clientes ideales. Así que lo tomaba como práctica. Porque necesitas adquirirla antes de meterte de cabeza a invertir en otras cosas más grandes. Y sí, esas prácticas tenían que ser lo más profesionales posibles. En esos momentos (2012 – 2013), era importante tener la tarjetita de presentación, algún lugar de referencia para atender clientes y listo.

Hoy las cosas cambiaron y de hecho lo primero que impulso en mis alumnas o colegas que buscan crear sus emprendimientos, es decirles que hay que ir a lo digital sin esperar mucho. Sean redes o web, hay que tener ambas porque ahora es lo que cuenta y donde los clientes verán nuestras referencias.

En todo caso, aunque empujé mucho para ver resultados, fue solo hasta que establecí crear una marca de servicios, cuando realmente vi que las cosas empezaban a fluir. O sea cinco años después. No significa que tenga que ser el mismo periodo de tiempo para ti (de verdad espero que no), pero si que no se da usualmente en los primeros meses (o sí, dependiendo qué tanto te muevas para lograrlo).

Una marca de servicios, el siguiente paso.

A este punto es donde quería llegar. Después de una formación académica, lo ideal será averiguar las áreas que necesitas reforzar previo a la creación de una marca. Evita tomar talleres demasiado generales. El clásico «diplomado de redes sociales…», «curso general de negocios…» y busca formaciones más específicas que aplicarán a tu rubro, créeme las hay, son pocas pero existen.

Y por otro lado invierte en mentores, personas que hayan recorrido el camino que deseas recorrer, y que cometieron los mil errores que tú quisiera evitar, y que con su experiencia podrán ayudarte a conseguirlo en menor tiempo e invirtiendo en los recursos específicos.

La creación de una marca de servicios como siempre digo va más allá de un logo y lindas fotos, así que busca a alguien experto en desarrollo de marca personal, y que pueda guiarte en el proceso de dar a luz a tu proyecto desde un enfoque único.

Crecimiento paulatino y próspero.

Considero que el asesoramiento de imagen está en su mejor momento. El impulso de la era digital y la necesidad de muchos profesionales de estar exponiendo su imagen en redes, ha hecho que se dispare la demanda de servicios de nuestro rubro y claro con ello, la garantía de que el trabajo siga en auge. Pero hay que estar preparada, hay que capacitarse y hay que proponer desde lo auténtico para realmente atraer los clientes que quieres tener.

¿Esto resuena con tus metas profesionales? entonces manos a la obra, que créeme, el camino es lento pero seguro si quieres crear algo con esencia y basado en tu amor por esta carrera.

¿Sientes que has desconectado con tu estilo al lanzarte con tu marca y emprender?

Lo que pasa es que has estado sumergida en el “deber ser” con tu forma de vestir, en lugar de FLUIR para comunicar con tu sola imagen.

Así que quiero compartirte estas ¡5 CLAVES PARA CONECTAR TU ESTILO A TU MARCA PERSONAL!