Branding (personal) como aliado para emprender

La confusión entre branding y creación de logo es algo que se escucha todos los días. Desde acá me gusta abordar el branding como una práctica que involucra: coherencia, experiencia y huella.

Un día decides emprender, o sea lanzarte a ofrecer servicios como un profesional independiente. Hasta ese punto quizás te has preocupado sólo por definir qué vendes, a quién le puedes vender y quizás mandar a hacerte unas tarjetas de contacto para repartir, que bien pueden o no tener un logo.

Al cabo de unos meses te das cuenta que si bien enganchaste un par de clientes, esto fue muy esporádico y que luego otro par vinieron por recomendación. Pero hay algo que empieza a angustiarte. ¿Y si no aparecen nuevos clientes? ¿De dónde sacarás más público para tus servicios? Y ahí es donde escucharás dos palabras claves: branding y marketing (personal si es el caso de tu propia marca).

Branding:

¿Alguna vez te sentiste atraída por la historia de una marca? ¿o de una persona en particular? A tal punto que compraste un taller, su servicio, su producto, por el simple hecho de que te cayó bien e inspiraba confianza. Pues bien, eso es branding. Te generó empatía, te involucró con su storytelling y por último te generó experiencia agradable con la compra.

Cada día que pasa noto más y más la necesidad de instalar este concepto en todas aquellas personas que emprenden. Leo mensajes a diario en mis redes o correos donde me dicen «doy vueltas y nada», «es que a quién voy a vender si todos estamos iguales», «por qué tengo que gastar en una web o fotos si lo puedo armar yo».

Invertir en branding es apostar por lo que haces.

El diseño de tu marca personal va mucho más allá de un logo y su respectiva paleta de colores. Eso sí que forma parte de tu identidad, pero no lo es todo. Te daré ejemplos de dónde está involucrado el branding, y quizás no eras consciente de ello, pero una vez que lo sepas vas a querer saber cómo insertarlo en tu emprendimiento, ya verás:

  • El desarrollo de tu identidad visual: logo, colores, símbolos, slogan, piezas gráficas, tipografía.
  • El diseño de tu sitio web: sí, tarde o temprano tendrás que invertir en ello, sino, no existes.
  • Las fotografías que utilizas para todo: desde la de tu perfil de IG o Fb hasta las que pones en tus publicaciones de todo tipo, sea redes, medios tradicionales, afiches, piezas gráficas. En todo hay una coherencia de colores, acciones que muestras, espacios elegidos, ropa que te representa y esto es branding.
  • La forma en que escribes y hablas desde tu marca: tanto para contenidos en redes sociales, donde te vendría bárbaro incorporar técnicas de storytelling hasta la redacción de tus mensajes privados y correos. El tono con el que te diriges a tu audiencia, a clientes, proveedores y colaboradores.
  • Los elementos que forman parte de tu espacio a nivel físico o virtual. ¿Ves esta web donde me lees? Analízala todo y date cuenta de la repetición de algunos elementos, colores, posturas, tipos de imágenes. ¿Qué te transmiten? bueno, eso forma parte de mi mensaje como marca y de lo que ofrezco como servicio.
  • La atención al cliente: cuánto demoras en responder correos, mensajes, llamados, solicitudes de presupuesto, qué haces en situación de confusión o problema con clientes, cómo solucionas inquietudes. Es tu forma, tu tono, tu estilo, tus maneras con el cliente. Eso es branding.
  • La presentación y modalidad de tus servicios: cómo los difundes, dónde, cuándo. Qué imágenes involucras (ok, acá hay marketing también de por medio), el formato y la experiencia.
  • Y hasta llego a decirte, los canales de venta, pero hay un ligero límite con el marketing, pero también hay branding implícito porque sí o sí hay un mensaje con determinado enfoque que dar y maneras sencillas y accesibles para atraer clientes… y eso es branding.

Te reto a pensar en algo de esto que no necesites. Y verás que tarde o temprano tendrás que practicar el branding en tu marca. Ahora, ¿por qué personal? porque estamos hablando de ti como motor de lo que propones, como gestor de contenidos, y como imagen de difusión. Nadie mejor que tú para vender lo que vendes y comunicar a dónde quieres llegar con tus clientes. Si eso no te hace sentido, entonces no estarías lista para una marca personal.

Ahora te daré 3 puntos claves donde el Branding Personal estaría ayudándote aún más:

  • Tu historia y la forma en que la cuentas. Persona atrae a persona, por alguna razón sientes que conectas con alguien y lo que te ofrece… ¿qué crees que es? Pues tú también tienes algo para atraer. Descúbrelo.
  • Empatía y generosidad. Esto forma parte del desarrollo de una marca personal. Si queremos que alguien confíe en nosotros, nada mejor que la empatía, o sea ponerse en los zapatos del otro para entender sus necesidades, y si además cuento con información valiosa para mostrar cómo puedo ayudar, aún mejor y compartirla sin recelos.
  • Tu propio estilo. Hablamos hace un rato de la identidad visual de tu marca. ¡Hey! tú también tienes tu propia esencia, tu manera de vestirte, moverte, hablar y hasta seducir a una audiencia. ¿Cuáles son las palabras claves con las que te definirías? y luego averigua si son las mismas con las que tu audiencia te define. Quizás te sorprenda descubrir que hay rasgos que no perciben de ti, o sí. Vamos, consulta con tu audiencia e interpreta esos resultados a tu favor.

La verdad este tema es maravilloso para seguir hablando, tengo tantas cosas que me encantaría compartir que siento que en cada sesión de clases así como en cada contenido que escribo por acá, voy descubriendo más y más para poner en práctica. Lo cierto y con lo que quiero que te quedes es lo siguiente: súmale puntos al branding si estás en modo emprender, y empieza a apostar por el valor de tu historia e identidad, te darás cuenta cuánto terreno podrías ganar en tu mercado, si te decides a hacerlo, y créeme, lograrás algo que tu competencia no, lograrás dejar una marca en serio.

¿Sientes que has desconectado con tu estilo al lanzarte con tu marca y emprender?

Lo que pasa es que has estado sumergida en el “deber ser” con tu forma de vestir, en lugar de FLUIR para comunicar con tu sola imagen.

Así que quiero compartirte estas ¡5 CLAVES PARA CONECTAR TU ESTILO A TU MARCA PERSONAL!